Aquí encontraran comentarios sobre cine, sobre el BAFICI, mis trabajos literarios y muchos randómicos pensamientos. ¿Por qué "Oda a la melancolia"? Por esos momentos del arte, que son a la vez tristes y bellos. Las perdidas que dejan una huella. Y sobre todo, por la bella oda de John Keats, donde la melancolia es cuestionada y no es celebrada. Porque no debe ser el instalarse en el dolor. Porque debemos enfrentar nuestra realidad y terminar con aquello que nos frena.

jueves, octubre 12, 2006

Oda a la Melancolia

No, no, no acudas al Leteo, ni exprimas el zumo ponzoñoso del acónito, de raíces apretadas; ni permitas que tu frente palida sea besada por la dulcamara, la vid color rubí de Prosperina; no hagas tu rosario con las bayas del Tejo, ni dejes que el escarabajo y la mariposa calavera se conviertan en tu psiquis tortuosa; ni que el buho de plumón suave comparta los misterios de tu tristeza; pues sombra a sombra la somnolencia se tornará demasiado profunda; y acabará por anegar la angustia vigilante del Alma.

de Oda a la Melancolia
de John Keats
(Trad. de Ricardo Baeza)

ODA A LA MELANCOLÍA
(sí, de nuevo, pero otra traducción, y esta vez la versión completa)

1
No vayas al Leteo ni exprimas el morado
acónito buscando su vino embriagador;
no dejes que tu pálida frente sea besada
por la noche, violácea uva de Proserpina.
No hagas tu rosario con los frutos del tejo
ni dejes que polilla o escarabajo sean
tu alma plañidera, ni que el búho nocturno
contemple los misterios de tu honda tristeza.
Pues la sombra a la sombra regresa, somnolienta,
y ahoga la vigilia angustiosa del espíritu.

2
Pero cuando el acceso de atroz melancolía
se cierna repentino, cual nube desde el cielo
que cuida de las flores combadas por el sol
y que la verde colina desdibuja en su lluvia,
enjuga tu tristeza en una rosa temprana
o en el salino arco iris de la ola marina
o en la hermosura esférica de las peonías;
o, si tu amada expresa el motivo de su enfado,
toma firme su mano, deja que en tanto truene
y contempla, constante, sus ojos sin igual.

3
Con la Belleza habita, Belleza que es mortal.
También con la alegría, cuya mano en sus labios
siempre esboza un adiós; y con el placer doliente
que en tanto la abeja liba se torna veneno.
Pues en el mismo templo del Placer, con su velo
tiene su soberano numen Melancolía,
aunque lo pueda ver sólo aquel cuya ansiosa
boca muerde la uva fatal de la alegría.
Esa alma probará su tristísimo poder
y entre sus neblinosos trofeos será expuesta.


Versión de Gabriel Insuasti

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