La Cicuta
Sí, ahí va otro poema. Estoy pensando en lanzar este blog finalmente, pero no cerrarlo sólo a mis pequeños textos literarios, como dije en un principio, si no que dejarlo abierto a mis pequeñas opiñiones sobre cine y literatura, las dos pasiones que me consumen el cerebro. Al Poema, por ahora, ya vere lo demas.
La cicuta del goce de la contemplación
La soledad y la muerte
parecen ajenas al mundo,
como sombras
tenues y lejanas,
que apenas se muestran
en el acontecer diario
tan bello y tan triste,
para mí.
Como si yo fuera
el único que pudiera
percibirlas y observarlas;
sentirlas y escucharlas.
Y, así, presenciándolas,
sólo allí descubro:
las luces color bronce
del alumbrado nocturno;
el brillo blanco, puro
y distante
de las estrellas;
y, la rosada sonrisa
de la belleza,
ahí parada,
con su cuerpo espigado
atravesando la noche
y el mundo,
calándome el cuerpo.
Emborrachándome
de esa cicuta
de goce
exquisito y bello,
áspero y dulce;
perenne,
destinado a permanecer
para siempre.
Y, al mismo tiempo,
mortal
destinado
a perpetuarse
siempre ajeno
a mí,
llenándome
de ese veneno,
que, de todos modos,
ahora, tomo gozoso.
Etiquetas: poemas
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