Llik your Idols – The Cinema of Transgression

Este documental de Angélique Bosio me dejo deseando desesperadamente ver los cortos y películas del movimiento del “Cine de la Transgresión”. El documental esta estructurado en segmentos dedicados a los artistas más importantes del movimiento, Richard Kern, Lydia Lynch, Joe Coleman y Nick Zedd. Pero como en todo los segmentos se reproducen las mismas entrevistas, y se hablan de la mismas cosas, a pesar que se hable un poco más de uno y que pasan diferentes partes esas entrevistas, termina sonando un tanto repetitivo y un tanto aburrido. Lo mejor son los fragmentos de películas y cortos insertados entre las entrevistas. Algunas de esas imágenes, producidas originalmente por ellos, ahora son usadas en publicidad con asiduidad, pero muchas otras (la mayoría de ellas) todavía tienen esa fuerza atronadora. Al documental al hacer una seguidilla, cerca del principio, de comentarios muy halagadores a Richard Kern, y una seguidilla, cerca del final, de comentarios muy poco halagadores a Nick Zedd, parece pro Kern y contra Zedd. Es sorprendente, también, ver a Nick Zedd tan quemado como el Pity de Intoxicados. Es memorable el momento en el que esta hablando en un festival de cine y dice “la extrema derecha y la extrema izquierda son lugares muy seguros, hay una protección, lo peligroso es el centro porque uno al ir caminando por ahí, lo atropella un auto”. También es memorable cuando Joe Coleman se hace estallar en una presentación en un bar.

La vida en un stand del BAFICI

El miércoles 9 me dirigí al Abasto para la charla sobre Final Cut Pro llegue a las 5. Por cierto que raro e incomodo que estaba todo, no había ni un colchoncito en el piso, no estaba el cartelote de la programación (donde solían poner los cartelitos de “agotada”), ni habían pegado carteles sobre las funciones de prensa, las pelis agotadas, ni las reprogramaciones. Fui al stand a pedir mi entrada para la charla, me la dieron y, aprovechando que tenia tiempo, le pedí la lista de funciones de prensa (a la que los estudiantes entran gratis con la libreta), y mientras copiaba las funciones apoyado sobre el stand, fui testigo de una serie de eventos que detallare.
Primero, corresponde que me disculpe con las chicas del stand del Abasto, en mi entrada anterior creo que fui demasiado duro con ellas, no me puse en sus zapatos. No se imaginan el tipo de cosa que tienen que soportar.
Mientras copiaba, escuche al menos 32 veces la frase “¿todavía venden anticipadas?” y la respuesta “no, se vendieron hasta ayer”. Entre pregunta por anticipadas y pregunta por anticipadas se acerca un tipo de unos 50 años y dice “¿hay diarios?”, “A ver, no, me parece que no, ahhh sí, haya hay” respondió la chica señalando el extremo derecho de la otra mesa del stand. “No me lo traería” dijo el tipo, y la chica le respondió, “disculpe, pero no puede ir usted”, poniendo cara de odio, mientras hacia un ademan con la cabeza señalando al resto de la gente que tenía que atender. Acto seguido, un mina de unos 30 y tantos agarra el libro de los 10 años del Bafici y mientras que daba un paso alejándose del stand dice “¿me lo puedo llevar?”, “Sale $20” dice la chica, “aahhhh”, dice la mina deja el libro y se va. Al rato otro mina pero un poco más vieja agarra un libro finito de tapa blanca y verde que no alcancé a ver bien y dice “me lo llevo” y la chica del stand le responde “Son $10”, “Aaahh pero yo pensé que era gratis” dice la señora y lo deja.
Mientras tanto, escucho pasar por mi izquierda a una madre explicándole al hijo de 5 años porque no lo llevaba a ver una película del festival, “lo que pasa es que son películas feas, es un festival de cine independiente, el cine independiente es feo”. Al ratito unos nenes de unos 6/7 años que iban con su colegio atravesando el patio en dirección al museo de los niños, iban cantando “¡ba-fi-ci!¡ba-fi-ci!”, ese el futuro que queremos, aunque pensándolo mejor, en verdad, estaban entretenidos con la sonoridad de la palabra.

Persépolis

Vi esta película el miércoles a la noche en el Cosmos, y me gusto mucho. Este film francés de animación es sobre la vida de una chica iraní que va creciendo durante la revolución islámica y la guerra entre Irak e Irán. La película tiene buen ritmo y uno se mete enseguida en ese mundo blanco/gris/negro en que esta casi todo el film. Y más que intentar parecerse a la realidad a lo estudio hollywoodense (con super computadoras y sensación 3D), lo que hace es representarla, y eso le da mucha fuerza a la película. A pesar que se remarque en el catalogo que fue prohibida en Irán, en realidad no es una película pensada para ser vista allí, no sólo por la super predecible censura, sino, sobre todo, porque el pueblo de Irán no necesita que le cuenten la historia de su país, porque la vivieron. La película está pensada para nosotros los no iraníes, para que conozcamos lo que vivieron. La animación esta excelente, me gustó cuando representa lo relatado, por el padre de ella, sobre el sha, los representa como títeres, esta sentado sobre el trono sin flexionar ninguna parte del cuerpo. También me gusto mucho como representa el relato del fin de la guerra, cuando vemos caer hacia el mismo pozo a los dos ejércitos rivales por líneas, como si estuvieran siendo empujados hacía el pozo. Los más memorable es la escena de “El ojo del tigre”. Cuando empezaron los primeros acorde de ese tema pensé no acá la pifió, porque es un tema muy conocido que va a volver a todo un cliché, pero no fue así. Porque la construcción era paródica y me morí de la risa.

Día -7, -6, -5, -4 y contando... se acerca el Bafici

Día -7, -6, -5, -4 y contando...

Día -7
El Martes 1ero de abril empezó la venta de entradas anticipadas para el Bafici, pero resulta un tanto difícil ir a comprar entradas sin saber en donde y a qué hora pasan lo que uno quiere ver, revise la página oficial del festival un montón de veces probando todos los malditos links, y pulse al menos 18 veces F5 para actualizar en la parte de programación, que no se cansaba de decir "en breve estará disponible...", puteé al Bafici, a Macri, a Sergio Wolf y hasta a nuestra lisiada vice jefa de gobierno. Decidí, entonces, salir rápido para el Abasto para tratar de llegar antes de que se junte gente. Llegué al Abasto, a las 4 menos 20 de la tarde, tomé uno de los cuadernitos de programación y corrí a la cola, donde no había nadie. Entonces como no tenía sentido quedarme ahí parado como un tonto mientras elegía, me fui a sentar al patio y aproveche para comprar el librito de las fotitas lindas y las reseñas megainfladas. Me sorprendió ver plasmas en el stand, ¿para qué carajo los van a usar? Me tomo 1 hora 20 elegir las pelis y combinar los horarios, fui a la boletería, pero ya había cola, después de poco más de 1 hora de cola llegue a la ventanilla y saqué mis primeras 7 entradas (saqué para "Profit motive...", "Malanoche", "The Man from London", "Dead gay men & Living Lesbinas", "Useless", "My Winnipeg" y "Night and Day"). Antes de irme, con un poco de vergüenza y poniendo cara de tonto, agarré furtivamente 4 cuadernillos de programación más, para todos los compas.
Día -6
Aprovechando el feriado fui con un par de amigos de tour de compra de entradas. Mientras esperabamos el bondi decidimos el recorrido. 1ero en bondi hasta el Atlas Santa Fe, después caminando hacia el Cosmos y finalmente en subte hacia el Abasto. Pasamos 1 hora de bondi, discutiendo sobre las pelis y los horarios. Todo lo bueno esta en los mismos condenados días y en los mismos endemoniados horarios. Llegamos al Atlas a las 4 y media, sin saber qué carajo sacar, había cola, pero era cortita, entonces nos sentamos en la escalera y seguimos discutiendo por los horarios y las pelis, a eso de las 5 y 10 estabamos decididos, compramos para "Sukiyaki Western Djando", "The Matsugane Potshot Affair", "I'm a Cyborg...", "Boarding Gates" (sí, leí demasiado tarde la guía de encerrados para pasarla bomba en el Bafici) y "Go go tales". Fuimos a pie pa' el Cosmos, llegamos y no había nadie, y como ya nos habíamos decidido fuimos directo a la ventanilla y compramos para "Llik your Idols..." y "Persépolis". Como casi no había gente en el Atlas y en el Cosmos pensamos que tampoco iba a ver tanta gente en el Abasto y fuimos caminando tranquilos, entretenidos por la charla. Sí, nos equivocamos, nunca vi una cola tan larga y eso que fui a muchos Baficis. Llegamos tipo 7 menos 5, y nos pusimos en la fila, deje a los pibes y empece a ver si encontraba a alguien conocido pa' colarme, no encontré a nadie, pero de paso leí las letras rojas formadas por puntos de la boletería, donde decía que vendían entradas para el Bafici hasta las 9. En colas mucho más cortas que esa de otros Baficis me había pasado 3 horas y media, así que era imposible llegar a la ventanilla antes del cierre. Era al pedo hacer la cola. Volví con los pibes y organizamos para ir al día siguiente para las que nos faltaban sacar. Antes de irnos preguntamos un par de cosas en el stand como "¿venden entradas anticipadas en todas las sedes?", "No, el Rojas es el único que no vende anticipadas", nos dijeron.
Día -5
Solo uno de mis amigos podía ir el día siguiente, llegamos al Abasto a las 3 y 10 y no había nadie, nos fijamos si había algún cartel sobre pelis agotadas pero no vimos ninguno. Queríamos sacar para "Otto...", "I'm not There" y sacarle a un amigo para "Control", pero "I'm not there" estaba agotada puteamos un toque, la chica de la boletería, nos dijo que las pelis que estaban agotadas estaban anunciadas en los plasmas, entonces entendimos para que servían los plasmas, para vestir el salón comedor de algún funcionario cuando termine el Bafici. Puteamos de nuevo, por el gasto al pedo, (y después dicen que no hay guita para traer figuras) y por las pocas funciones de las pelis y nos fuimos.
Día -4
Salí de trabajar y me fui para el Recoleta para comprar dos entradas (quería sacar para los dos documentales Guo Xiaolu, la directora de "How is your fish today?", que me había encantado en el Bafici pasado). Llegué tipo 2 y no había nadie. Me atendió un viejo de pelo blanco, medio pelado y voz suave, me explicó que no vendían entradas anticipadas, si no que "reservaban entradas", puteé para mis adentros a la chica del stand del Abasto. Y la reserva valía hasta 24 horas antes de la función, o sea había que ir de vuelta para comprar las entradas y de nuevo, finalmente, para ver las pelis. Entonces me anotó el viejo en la planilla, con nombre, documento, teléfono y tipo de sangre. Sí, sí, resultaba muy práctico reservar entradas (sentía que se me estaban riendo en la cara), tener que ir tres veces a un lugar para poder ver una película, un iluminado lo planeó seguro. Encima el viejo me recalcaba una y otra vez (me lo dijo al menos unas 21 veces) que si no venía a comprarlas 24 horas antes de la función perdía la reserva. Entonces le dije que no podía venir antes, que tenia otras pelis, que tenia vida y cosas de que ocuparme, además no había ni 15 personas anotadas entre todas las pelis del Recoleta. "Ah, bueno, entonces las vas a perder, porque nosotros las vamos a vender, siempre se hace un montón de cola, y esta lleno de gente, y hay que venderlas", "para qué carajo fui" pensaba. Entonces le pregunto, mientras calculaba mentalmente cuanto antes podía llegar a la función, "y, ¿si llego dos horas antes de la función, consigo entradas?". "Ahh, no sé, pero perdes la reserva, y además viene mucha gente, yo no sé, no te puedo decir nada, si te interesan la películas te conviene venir a comprarlas 24 horas antes". "Sí ya sé que pierdo la puta reserva si no voy unas conchudas 24 horas antes", pensé, y al mismo tiempo me daba cuenta que era imposible que llegase, más que 1 hora y 20 antes de la función de ese día. Le agradecí las reservas y me fui pa' el patio del Recoleta para sentarme un cacho y armar de nuevo los horarios, para ver cuando podía ir a comprarlas. Después de pensar un poco, marqué el jueves 10 para ir a comprarlas después del trabajo y antes de entrar a cursar, y ya que estaba ahí, me dio ganas de ver las muestras de pintura y fotografía, pero cuando me pare en dirección a la sala "Cronopios", me di cuenta que estaba cansado, y que todavía me duraba la bronca, mandé a la puta madre a las muestras y me fui para casa. Todavía no empieza y yo ya estoy harto del Bafici, che, ¿cuanto falta para que termine?